Difundimos los elementos legales que corroboran la persecución política sindical de NASA hacia integrantes del Sindicato de Luz y Fuerza Zárate, tanto en el despido discriminatorio como la imputación por sabotaje.
El Sindicato de Luz y Fuerza de Zárate aparece nuevamente en las planas de los medios locales y nacionales. Lamentablemente, no es por sus 30 años de antigüedad, ni por las diversas tareas gremiales y sociales que desarrolla. El envenenamiento sufrido el 9 de mayo por el Secretario Adjunto Damián Straschenco en su lugar de trabajo y su reciente despido de la empresa NASA (Nucleoeléctrica Argentina Sociedad Anónima) abrieron paso a insólitas disposiciones judiciales que, a su vez, corroboran la animosidad de la empresa estatal controlante de las Centrales Atucha I y II.
Al respecto dialogamos con los dos abogados que representan a los referentes del Sindicato afectados por dichas disposiciones. Marcos Kogan es el representante legal en la causa laboral tanto de Straschenco como del resto de miembros de la comisión que fueron apartados de sus puestos de trabajo y confinados fuera de la planta en el edificio denominado WANO. Mariano Berges es quien lleva la representación legal de Straschenco y Almirón en la causa penal que, paradójicamente, inició como “intento de homicidio” con Straschenco como víctima y recientemente fue recaratulada como “sabotaje” quedando NASA como querellante y Straschenco y Almirón como imputados.
Además de los representados y la contraparte empresaria, los letrados comparten al juez: Adrián González Charvay del Juzgado Federal de Zárate – Campana, quien intervino en una ilegal habilitación de desafuero de Straschenco por un sumario no concluido, recaratuló la causa de envenenamiento y ahora asume la causa por su despido discriminatorio. En todos los casos quien acciona y a quien se le aceptan las pruebas es la misma actora: Nucleoeléctrica Argentina, propiedad del Estado Nacional.
“Deliberada persecución”

Dr.Kogan
Sobre la causa que se tramita dentro del fuero laboral, Kogan resaltó que todo abona a corroborar la persecución que viene recibiendo Straschenco por NASA. Un accionar que tendría como objetivo final no sólo sacar del mapa interno a Straschenco, sino quebrar a la entidad gremial. Para esto detalló una serie de sucesos a tener en cuenta.
Año 2013: Se produce un accidente fatal con un trabajador como víctima. Éste se encontraba realizando tareas habituales a su función y, por la fallas de un componente, se le producen quemaduras de gravedad y muere días más tarde. El Sindicato Luz y Fuerza de Zárate ya venía realizando denuncias sobre el tema de seguridad y, tras el suceso, denunció públicamente a la Gerencia y Jefaturas de Atucha como responsables de tal desenlace.
Año 2014: En los últimos meses de ese año, “a Straschenco se lo había invitado a salir del puesto que ocupaba por supuesta incompatibilidad. Esa modificación de su puesto de trabajo no se ajustaba a la ley y ellos querían modificar la condición laboral sin el permiso permanente gremial”, recordó Kogan. A la par, ingresa como Jefe de Departamento de Protección Física, el Capitán de Navío VGM retirado y Licenciado Faustino Lavia.
Año 2015: En sus primeros días, el mismo Lavia “se encargó de iniciar el informe contra Straschenco”, donde se investiga a él y demás integrantes de la guardia por “presuntas irregularidades”. NASA pide una exclusión de la tutela sindical. “Los fines de excluir la tutela para finalizar un sumario no están contemplados en la Ley 23.551, que es muy clara en su Artículo N°52 y señala que puede darse con tres fines: despido, sanciones y cambios de las condiciones de trabajo. La exclusión de tutela no es un cheque en blanco”, indicó Kogan. De todos modos, por entonces también se habilitó en ese marco al traslado de sector de Straschenco con modificaciones de sus tareas.
Año 2016: Se dan diversas denuncias por discriminación al Sindicato, al cual no se reconoce como paritario, entre otros temas. Pisando final de año, tras haber dado aviso con 10 días de anticipación al MTSS y la empresa NASA, se lanza una medida de de acción directa contra los incumplimientos convencionales y la intención manifiesta de flexibilizar las condiciones laborales de los trabajadores y el convenio colectivo.
Año 2017: El 9 de mayo Damián Strachenco es envenenado en su lugar de trabajo, lo advierte el portal de salida. Tenía siete veces la radiación permitida en un año a un trabajador del área restringida. Presenta una denuncia judicial por intento de homicidio y nunca es aceptado como querellante. La empresa forma una comisión ad hoc, integrada ente otros por el mismo Lavia, quien iniciara el sumario en 2015. La Gerencia a tan solo 48 horas del hecho ya dice que se trató de una autoatentado. “Hay una direccionalidad del señor Lavia y el resto de la comisión hacia Straschenco y otros representantes gremiales bastante significativa en todas las actuaciones”, consideró el representante legal.
Después del envenenamiento que sufrió el dirigente, el 2 agosto de 2017, el Juzgado Federal resolvió mediante sentencia excluir de la tutela sindical para terminar el sumario administrativo y le dio un plazo de 90 días a la empresa prorrogables fundadamente. “Consideramos que la sentencia era nula, porque el objeto de excluir tutela a los fines de concluir un sumario es inexistente de acuerdo a la Ley de Asociaciones Sindicales”, aseguró Kogan. El 16 agosto de 2017 (a más de dos años de iniciado) se le informa a Straschenco del término del Sumario 001/15 y se le permite ver los videos supuestamente probatorios de las presuntas irregularidades. Esos materiales y testigos con los que cuenta NASA fueron desestimados al momento de ser presentados en la justicia y que no corroboran ninguna de las acusaciones.
“Hasta ese momento, Straschenco no sabía cuáles habían sido las conclusiones del sumario. Lo curioso es que la empresa les comunicó el despido a todos sin haber iniciado el proceso de exclusión de tutela. Dijo que el proceso anterior por 90 días, convalidaba el despido, lo que la justicia no autorizó. O sea que el despido es nulo”, sentenció el letrado.
“El sumario no nos cabe dudas que está inventado, porque los tres testigos de la empresa tercerizada de vigilancia estaban juntos y dicen cosas diferentes. Manifiestan que se llevaron cosas con bolsas de residuos que nunca se vieron en las filmaciones que, a su vez, no tenían ni fecha ni hora. Y dicen que fueron determinadas personas y en los videos se ve otra cosa. No tienen valor probatorio de ningún tipo. Es irrisorio”, detalló. “Nos llama poderosamente la atención la conexión de Lavia con empresa de seguridad y con Nasa, iniciándole un sumario ni bien inició sus funciones. Da la sensación que en enero ejecutó su misión: perseguir a Straschenco. Porque también nos sorprende que las presuntas irregularidades de los procedimientos filmados de toda una guardia se resuelvan más de dos años después”.

Dr.Berges
De víctima a victimario
Con 25 años como abogado y habiendo transitado 11 como juez, Mariano Berges aseguró que, al tomar conocimiento del expediente penal que ya cuenta con 6 cuerpos, y 1200 páginas más los anexos, le resultó “sorprendente y preocupante la situación de indefensión de Almirón y Straschenco”. Según el giro judicial impulsado por NASA, Straschenco se envenenó para sabotear a la empresa y Almirón proveyó el material radiactivo con ese fin delictivo.
“Lo más importante es que, independientemente de la actividad reñida con la ley de los directivos de la empresa NASA respecto a Almirón, Straschenco y el mismo sindicato, advertimos un directo direccionamiento de la actividad judicial para imputar sin mayores elementos probatorios a los directivos del sindicato por sabotaje y por infracción al Artículo 189 bis del Código Penal, que prevé penas altísimas de prisión”, dijo Berges. Por eso en la causa penal se recusó a González Charvay, definición que permanece en manos de la Cámara Federal de San Martín.
“A 48 horas de producido el evento del 9 de mayo de 2017, ya la empresa a través del señor Ponce (Jefe de Personal) y Sanda (Sub Gerente de Seguridad) estaba trabajando la hipótesis del autoatentado. Se presentaron en la justicia tres o cuatro personas que dijeron ser integrantes de esa supuesta comisión ad hoc armada en la empresa para decir determinados extremos, que son teorías sin apoyo alguno en pericias, ni datos técnicos que puedan ser tomados como pruebas de cargo. Por ejemplo, Nasa concluyó sin ningún peritaje que los elementos consumidos por Straschenco fueron extraídos del Complejo I Atucha. No hay ningún sustento para decir esto. Y se hizo puntualmente para imputar a otra persona vinculada al sindicato que sería el químico que preparó el material para que lo consumiera Straschenco. En el Complejo II no hay otra persona del sindicato que trabaje en esa área. Se prefirió posicionar los elementos en un complejo determinado para implicar a otro miembro del sindicato”, puntualizó el letrado.
Parte de la imposibilidad de probar lo que la empresa denuncia es que en Atucha “no hay cámaras de seguridad donde deberían estar” y que “los controles fallaron o no estaban y la prueba que no existieron estos controles es que a los pocos días de sucedido el evento, la empresa cambió los portales. Si fue un sabotaje no tenía nada que modificar”, alertó el abogado. La pregunta es: considerando que el agua pesada contaminada del reactor nuclear fue colocada en la botella personal de Straschenco ¿qué sucedía si en vez de tomársela, como sucedió, salía con ella en su mano? “Hubiera sido imputado no sólo de sabotaje sino de robo de material radiactivo. Creo que se buscaba eso. Pero como él consumía líquido de su botella personal en la zona no restringida, se encontró a la salida con ese material dentro de su cuerpo y salto la alarma del último portal”, advirtió.
Otro de los interrogantes es por qué, además de la cuestión gremial previamente expuesta, la empresa querría imputar falsa y maliciosamente a ambas personas en tan grave delito. “Uno de los testigos dijo que esta situación de falta de controles perjudica a la empresa en su prestigio nacional e internacional. Algo que en un momento muy particular del mundo se posiciona para sostenerla con el objetivo de que la misma se deslinde de las faltas de controles y seguridad. Lo increíble es que se utilice a dos personas que nunca han tenido sumarios administrativos por estos comportamientos, ni antecedentes psiquiátricos y se les inicie una causa penal”, explicó. “La teoría del autoenvenenamiento es inverosímil y descabellada. Exigimos la recusación del juez por temor de parcialidad y exigimos la exclusión de prisión para ambos trabajadores”, dijo.
Sin dudas, ambas causas judiciales abonan a la clara agresión contra la entidad gremial y su máximo referente en NASA. Es importante resaltar que en tanto empresa propiedad del Estado es aún de mayor gravedad este accionar que atenta no sólo contra la libertad sindical sino que pretende, al menos, encubrir un hecho gravísimo de atentado contra la vida de un trabajador en su lugar de trabajo. En sintonía el juez González Charvay ha mostrado con su parcial accionar no estar a la altura de la gravedad de los hechos investigados. Y por estos días, con el caso de Santiago Maldonado en desarrollo, sabemos claramente cuánto puede afectar la parcialidad judicial en el esclarecimiento de delitos que atentan contra la democracia, sobre todo cuando implican a funcionarios del Estado.
Prensa del Sindicato de Luz y Fuerza de Zárate
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